Normalmente cuando tenemos una patología o discapacidad ponemos el foco en los aspectos negativos, por eso os voy a contar como convivimos juntas mi parálisis cerebral y yo desde hace 35 años, voy a mostrar lo que me aporta y también lo que me “quita”.
Yo he vivido desde siempre junto a mi discapacidad, por ello para mi no es ninguna extraña, pero a veces si que he pensado que quizá hubiese sido una persona totalmente distinta sin tener la parálisis cerebral, en mi opinión la personalidad no cambiaría, pero creo que esta condición me ha aportado valores y cualidades que quizá no hubiera adquirido de no ser de esta manera, cosa que agradezco porque me encanta la mujer que soy.
En mi vida, la parálisis cerebral siempre ha ido un pasito detrás de mi, me refiero a que primero he hecho lo que quise y luego pensé el modo de llevarlo a acabo dentro de las posibilidades que mi patología me permite, pero sin dejar de ser consciente de mi dependencia y como eso influye en mi autonomía y en consecuencia en mi vida cotidiana.
Pero la parálisis cerebral me ha hecho como soy, perseverante, inconformista con aquello que no es justo por el simple hecho de poseer esta condición, luchadora por romper barreras y que otros puedan tener un camino con menos obstáculos en el futuro.
Otra cosa que pone a prueba es mi salud, por ejemplo retándome cada día lidiando con un cuerpo cada vez más rígido a causa de la espasticidad que escapa a mí control, y como esto algunos otros síntomas derivados por mi falta de movilidad, pero con todo y con eso, voy capeando todas estas secuelas donde sale a relucir mi resistencia y fortaleza física.
En definitiva, la parálisis cerebral no define quien soy, pero si lo hacen mi carácter, y los distintos rasgos que componen mi personalidad, vivir con el optimismo por bandera, con el único propósito de ser feliz por encima de todo, la forma en cómo hacer frente a adversidades e intentar salir fortalecida…etc esta si soy yo y digo más, estoy verdaderamente orgullosa de quien soy, y la persona en la que me convierto cada día.
También me gusta que como todo, esta patología es muy diversa y conozco mucha gente con parálisis cerebral que mostramos diferentes estilos de vida y como cada uno lo afrontamos con enfoques que son interesantes que resto de la gente conozca. Y relacionado con esto una de las facetas que más me gusta desempeñar es mostrar que se puede ser plenamente feliz teniendo parálisis cerebral.
Al tener varios ejemplos aparte del mío, en mi entorno me hace más fácil darme cuenta de que al contrario de lo que piensa la mayoría, para mí la parálisis cerebral no es lo que rige mi vida, porque mi mundo va muchísimo más allá. La infancia siempre lo digo fue una de las épocas más felices de mi vida, luego llegó la adolescencia y aún con la discapacidad, nunca me he privado de ninguna de las vivencias que se viven en esa etapa, y ahora en la vida adulta, aunque nadie tiene la vida perfecta, puedo decir que empleo mi tiempo en ámbitos que me hacen sentir realizada, e intento que sean constructivos porque quiero aportar para que el mundo tenga un futuro mejor.
He aprendido a hacer mi vida con la discapacidad, pero nunca a vivir mi vida desde la discapacidad, por eso mi filosofía es aprovecharla, viviendo cada momento y que mi realidad sea, lo que yo quiera hacer de ella, porque entonces sabré que he alcanzado la felicidad absoluta.
¡¡He nacido para vivir la vida!!
Día Mundial de la Parálisis Cerebral
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