Dónde está el límite entre la fragilidad y la fortaleza? El mundo de la diversidad funcional tiene esta dualidad y es por ello por lo que la fragilidad es el primer pensamiento que se presupone sobre aquellos que la vivimos. Pero a nosotros, nos surge una fortaleza interior que te empuja a mostrar tus cualidades y demostrar tus capacidades.
Con lo que a mí respecta, muchos no veían cuales podían ser mis capacidades. Quizá me ha tocado demostrar un poco más que a los demás por el simple hecho de tener una diversidad funcional, pero era entonces cuando yo más me lo proponía. Mi perseverancia me motivaba para cumplir mis metas y, una vez conseguido, la sensación de satisfacción era mucho mayor, aunque también he de reconocer, que muchos de mis logros no son sólo mérito mío. Para mí, cuando las cosas se ponen difíciles, es mucho más importante estar rodeada de personas que me motiven para que no desista y crean en mí, porque esto es lo que me hace continuar con más fuerzas.
Es verdad que la diversidad funcional tiene sus secuelas, pero en muchas ocasiones se hace más complicado por los impedimentos del entorno y los que nuestra sociedad pone:
Y es por esta razón que me gusta romper con lo que se supone que está establecido, porque eso significa que las cosas serán mejores para los que vienen detrás. Ponérselo más fácil al resto, es lo que ha movido todas mis iniciativas a este respecto toda mi vida.
Así que, no soy tan frágil como puedo aparentar en algún momento. Creo que, tanto la vida como yo, tenemos mucho que ofrecer y mucho con lo que disfrutar, y esa es mi mayor fortaleza. He sido y seré feliz, simplemente por quien soy y todo lo que tengo la suerte de poder vivir.
𝑆𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑎𝑟𝑞𝑢𝑖𝑡𝑒𝑐𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟o destino y nuestra alegría.
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